Encima
"Brotas derecha o torcida
con esa humildad que cede
sólo a la ley de la vida,
que es vivir como se puede"
¡Qué bien los nombres ponía
quien puso Sierra Morena
a esta serranía!
Yo escucho los cantos
de viejas cadencias
que los niños cantan
cuando en coro juegan,
y vierten en coro
sus almas que sueñan,
cual vierten sus aguas
las fuentes de piedra.
Hoy, a tu sombra, quiero
ver estos campos de mi Andalucía
como a la vera ayer del alto Duero
la hermosa tierra de encinar veía.
¡Oh, Guadalquivir!
Te vi en Cazorla nacer,
hoy en Sanlucar morir.
¡Torreperogil!
¡Quién fuera una torre,
torre del campo
del Guadalquivir!
¡Oh, Puerto Real!
con tus casa blancas
para muñecas de rosa,
Puerto Real,
y tus pinos verdes
cerca de la mar!
Cerca de Úbeda la grande,
cuyos cerros nadie verá,
me iba siguiendo la luna
sobre el olivar.
Campo, campo, campo.
Entre los olivos,
los cortijos blancos.
El campo andaluz peinado
por el sol canicular.
De loma en loma rayado
de olivar y de olivar.
¡Venga Dios a los hogares
y a las almas de esta tierra
de olivares y olivares!