Desde el almanaque del sentimiento, desatino madrugadas que despiertan entre cornetas y tambores. Los redobles de palillos que se esconden en el viento, recorren callejones de palabras, se pierden con el aire entre tus esquinas, te buscan en los sones de tus plazas. He querido perderme entre tus naranjos, para hallarme enamorada del azahar de tus calles, y en el encanto amargo de tus noches de luz, he encontrado el amparo de tu dulce nombre. Te he esperado en el puente, junto al río, para llenar de Esperanza tu Amargura, y en las oscuras templadas te he buscado para consolarte en el Calvario de tu Quinta Angustia.
Cual torero te he rezado en San Bernardo, y he cumplido contigo en el Baratillo, penitencia de olvidos y pecados que en Redención se expían entre olivos. San Gonzalo te libraba de Caifás, y Panaderos te llevaban a mi encuentro, en el camino oscuro de tus Tres Caídas, cuando Candelaria alumbraba tu sendero. En el quejío sonante de una saeta, te he visto llorar ante los Gitanos, y recibir Sentencia enmudecida del Gran Poder; Silencio y soldados. Consuélame Padre ante el Cachorro, que expira al despedirse de esta tierra, mientras lloran el Entierro los cautivos, que ya se fueron Santa Marta y Genoveva. Déjame llorarte Padre en el Museo, y suplicar plegarias en las Aguas, honrarte en mi pena vestida de luto, de mantilla negra ataviada. Déjame gozar tu gozo, cuando despiertas en vida ante tu pueblo, que quiero sentirte niño en un Domingo, al resucitar ansiado de tu encuentro.
Del almanaque perdido de un cofrade, se deshojan los números del tiempo, que se van contando los días, Padre, para verte por las calles de este cielo, que en mi tierra el cielo se hace calles, al compás del que te mece en el madero, y te honran del naranjo azahares, que se mezclan en el aire entre tu incienso. Que es Sevilla templo de pesares, que es el alma el aire de tus versos, que es mi pueblo el cuerpo de tu carne, que es su río el llanto de tu anhelo. Y entre sus calles de suspiros voy esperándote Nazareno, de corona de espinas mi almanaque, en tu yugo el pecado de este pueblo.
que bonito por dios!!cada día me alegro más de tener esta devoción, puesto que en caso contrario, artículos como este pasarían desapercibido y sería una gran lástima!!
ResponderEliminarP.D:Enorabuena a la autora.
enhorabuena a la autora!! pedazode artículo... y que poquito queda señores!!! en cuatro dias estrenaremos la rampa del salvador!!!!
ResponderEliminar“De la abundancia del corazón habla la boca”
ResponderEliminarMis respetos y admiración para esta “trovadora” de nuestra vendita tierra.
Un abrazo desde villamanrique (Sevilla)
http://manuelmarquezrodriguez.blogspot.com/
Si esto lo ha escrito, quien yo pienso, no me queda mes remedio que felicitar al autor de sus dias, ue ha abido transmitir las vivencias de sus años Felicidades alPadre y pra la hija que siga en este camino , y asi podremos disfrutar, de sentimientos como el de estos articulos , pues sin sentimeiento esto no se puede expreasr GRACias MILLLLLLLLLL
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