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viernes, 4 de noviembre de 2011

LAS HERIDAS... ZANCADILLAS DEL CORAZÓN A LA VIDA......(ALUMNA IRENE)


AQUÍ OS DEJO UN GRANDÍSIMO ARTÍCULO DE UNA AMIGA, QUE POR EDAD, PODRÍA SER ALUMNA. 
GRACIAS IRENE.



Hoy, reflexionaba sobre las heridas. En concreto, sobre esas zancadillas del corazón a la vida. Y es que, queramos o no, forman parte de este camino.

Todos tenemos heridas en lugares misteriosos, como si de un mapa se tratase. Heridas superficiales, profundas, simples, infectadas, cortantes, recién curadas...
Pueden tener muchas formas, lugares y causas, pero no son tan diferentes a la hora de sanarlas. Nos enseñaron a echar betadine y retirarla con algodón, y por último poner una tirita. ¿Qué porcentaje de cura tiene eso? Será falta de habilidad, pero a Mí siempre se me quedaba algodón dentro de la herida y dificultaba la cicatrización.

Cualquier herida necesita ser limpiada y desinfectada con agua oxigenada, aire y tiempo, mucho tiempo. Todos necesitamos limpiar nuestras heridas antes de cicatrizarlas. Y estaría bien pensar el cómo nos hicimos la herida, qué nos hizo caer, cómo nos afectó, qué consecuencias tuvo y qué vamos a hacer para sanarla.

Sin pensarlo, el proceso de cicatrización se vuelve complicado e incompleto. También hay que soplar. ¿Por qué creéis sino que se dice eso de "soplar las heridas"? Porque sanan con más facilidad, ese gesto no solo sirve para pedir deseos. También consuela y cura.
Desconozco cuál será la composición del tiempo, sin embargo he comprobado que tras su paso, las heridas duelen menos. Nunca me gustaron los potingues que empapan a las heridas con tal de acelerar su cura. Ahora entiendo por qué.

Todo tiene su proceso. Es cuestión de lavarla y dejarla al aire. Eso sí, poniendo especial cuidado en no exponerla en exceso, huyendo de las tiritas que, a la larga, solo consiguen evitar que salga la infección y la cura se haga indefinida.
Llegará el día en que salga una cicatriz. Y no por ello, hay que descuidarla.

Es probable que por un descuido se levante al rozarla con algún objeto. ¿No os ha pasado alguna vez cuando os hacéis una herida, que parece que todos los golpes van al mismo lugar? Del mismo modo, las heridas emocionales también se "despegan" al revivir algún momento que nos recuerde la causa de la herida. En concreto, este tipo de heridas parecen que tuvieran un proceso "evolutivo" diferente al nuestro. En lugar de tener olvidos, a medida que envejecemos, mejor se recuerdan. En fin... Las heridas que no termina de curarse, duelen. Incluso, pueden despegarse y sangrar de nuevo. Es algo inevitable...

Pero cuando finalice el proceso, esas cicatrices, como un mapa, nos recordarán los caminos que hemos recorrido y los tropiezos que hemos salvado. La experiencia será el hecho de nuestro propio mundo del dolor. Y cada vez éste será más alto... porque saldremos fortalecidos, y nos enfrentaremos a los rasguños de otro modo. O eso quiero creer :)

Y eso somos. Aquí estamos. Con nuestras heridas de guerra, algunas más profundas que otras. Algunas más emocionales que físicas. Algunas más heridas que otras. Irene.